La temporada 2024-25 de la NBA será recordada como el año en que Shai Gilgeous-Alexander alcanzó la cúspide del baloncesto profesional. Con un rendimiento impresionante durante toda la campaña, el escolta canadiense de los Oklahoma City Thunder fue galardonado con el premio al Jugador Más Valioso (MVP), superando a figuras consolidadas como Nikola Jokić, Luka Dončić y Giannis Antetokounmpo. Su juego completo, liderazgo en cancha y consistencia llevaron a los Thunder a consolidarse como uno de los equipos más temidos del Oeste. No es casualidad que la demanda por la camiseta baloncesto nba con su nombre se haya disparado entre los fanáticos de todo el mundo.

Desde el comienzo de la temporada, Shai dejó en claro que estaba en una misión. Con promedios de más de 30 puntos, 6 asistencias y 5 rebotes por partido, lideró a su equipo tanto en ofensiva como en momentos clave del juego. Su habilidad para anotar desde cualquier zona de la cancha, sumada a su lectura táctica y defensa mejorada, lo convirtieron en una figura dominante.
Oklahoma City, un equipo en reconstrucción hace apenas un par de años, encontró en Shai no solo a su líder, sino a una superestrella capaz de cambiar el rumbo de una franquicia. Con jugadores jóvenes como Chet Holmgren y Jalen Williams a su alrededor, los Thunder lograron una química perfecta que los impulsó a los primeros puestos de la conferencia.
El estilo de juego de Shai se caracteriza por su calma bajo presión, su impecable control del balón y una selección de tiros que raya en lo clínico. Esta temporada fue especialmente destacada por su madurez en situaciones cerradas, guiando al equipo en victorias ajustadas y ejecutando jugadas decisivas en los últimos segundos. Además, su ética de trabajo y su humildad fuera del parquet lo han convertido en uno de los jugadores más respetados por compañeros y rivales.
Más allá de las estadísticas, lo que verdaderamente consolidó su candidatura al MVP fue su impacto global en los partidos. No solo elevó el nivel de sus compañeros, sino que transformó el estilo de juego de Oklahoma, convirtiéndolos en una potencia con identidad propia.
La NBA, en constante evolución, celebra figuras como Shai Gilgeous-Alexander porque representan el futuro: versátiles, inteligentes y comprometidos con el juego. Su premio al MVP no solo reconoce su gran temporada, sino también su trayectoria ascendente, marcada por el esfuerzo y la superación. Si mantiene este nivel, no cabe duda de que será una figura clave en la liga durante muchos años más.